¿Sabías que una encuesta de Forrester demostró que un 74% de los compradores llevan a cabo más de la mitad de la búsqueda online antes de comprar offline?
Esta tendencia demuestra que se ha producido un gran cambio en el perfil del comprador que deben atraer las empresas. Ahora, todas las compañías deben encontrar la manera de atender las necesidades del comprador con imaginación, flexibilidad y, de forma inevitable, haciendo uso de las nuevas tecnologías.
En el ecosistema B2C este cambio hace años que se está viendo, pues son cada vez más los consumidores que compran online y desde sus dispositivos.
¿Cómo se está viendo este cambio en los entornos B2B?
En primer lugar, es innegable que la implementación de grandes cambios es más lenta cuando se trata de modelos B2B.
Las empresas son más lentas que los consumidores finales en demandar cambios y es más lento (y difícil) que un cliente pueda cambiar rápidamente de proveedor. A menudo, todas las empresas del entorno B2B replican unos mismos patrones poco innovadores.
Sin embargo, la pandemia ha acelerado la digitalización y se han producido unos cambios paradigmáticos de gran magnitud a los que el B2B ya no puede dar la espalda.
Este cambio ya no es solo tecnológico, es también un cambio social y cultural en la percepción sobre cómo deben ser las ventas en la modernidad. Tendencias como el Big Data, la multiexperiencia y el Machine Learning son ahora presentes en el día a día de todos.
En este contexto, el mundo del B2B está cambiando. Las nuevas tecnologías han aterrizado en las acciones comerciales entre empresas, y no solo para la venta online. La digitalización también está transformando los entornos físicos de los encuentros entre comerciales y clientes, muy propios del sector B2B.